Es una planta muy fácil de cuidar. En interior necesita un lugar luminoso y en exterior prefiere estar a la sombra, sin sol directo.
Soporta temperaturas bajas puntuales, pero nunca por debajo de los 0º C, ya que se quemaría toda la parte aérea.
Aguanta temperaturas entorno a los 5º y se cultiva especialmente en la costa mediterránea, en porches y patios, zonas al abrigo del sol directo donde aporta frescura gracias a sus hojas de gran tamaño.
No es una planta exigente en cuanto a riegos. Dejaremos secar la tierra entre riego y riego, y en primavera la abonaremos una vez al mes.