La iluminación es un requisito fundamental para poder cuidar de un Ficus Lyrata. Si en tu casa no dispones de mucha luz, te desaconsejo el hacerte con este Ficus. En lugares poco iluminados, terminarán cayéndosele las hojas y no sobrevivirá.
Segundo, hay que regarlo poco y en cuanto veas que sale agua por el agujero de drenaje, detén el riego y retira el agua sobrante del platito. Nunca debes dejar agua en el plato o fondo de la maceta porque fomenta la pudrición de raíces.
Aproximadamente, con regarlo una vez a la semana durante el invierno será suficiente. En los meses de más calor, puedes regarlo dos veces a la semana y pulverizar sus hojas para mantenerlo hidratado.
