Es una palmera de hoja perenne con tallos esbeltos que puede alcanzar más de 3 metros en exterior. Las hojas, de color verde intenso, miden 30 cm de longitud, se dividen en estrechos lóbulos y tienen forma de abanico. En verano florecen con largas inflorescencias de pequeñas flores amarillentas.
Se utilizan como plantas de interior en macetas (no suelen florecer), para formar grupos en el jardín y como ejemplares aislados.
La Rhapis excelsa necesita una exposición de semisombra en exterior y una bien iluminada pero sin sol directo en interior. La humedad del ambiente debe ser alta (rociar las hojas con agua sin cal si hace mucho calor) y pueden resistir heladas ligeras y ocasionales.
El suelo debe contener abundante materia orgánica y disponer de un buen drenaje.
Los riegos deberán ser abundantes en la época cálida y más moderados el resto del año.
No necesitan poda, solo ir eliminando las ramas y hojas secas.