LUZ
Mucha luz indirecta, nunca sol directo (esto es aplicable a casi todas las plantas de interior).
AGUA
Trata a la planta como si fuera una suculenta, es decir, espera a que el substrato esté bien seco. Y te preguntarás, ¿eso es una vez a la semana? ¿una vez cada 10 días? Pues depende de las condiciones de humedad que tengas en casa, incluso del material del que esté hecho la maceta en la que tienes la planta. Toca el substrato y si está seco, riégala.
Cuando llegue el momento de regar, la experta recomienda hacerlo introduciendo la maceta en un barreño con agua durante unos 10-15 minutos para que la planta absorba el agua que necesita a través de las raíces. Esto puede ser un incordio y no siempre tendrás tiempo de andar arriba y abajo con un barreño, así que haz que lo te vaya mejor. De hecho yo la mayoría de veces la riego por la parte superior: coloco la maceta en la bañera o en el fregadero y riego abundantemente, empapando bien el substrato. Entonces la dejo escurrir durante unos 10 minutos antes de volverla a colocar en su cubremaceta. Es importante asegurarnos de empapar bien todo el substrato porque a veces, si está muy seco y simplemente echas un poco de agua con una regadera, el agua atravesará casi directamente el substrato sin empaparlo, y la planta no tendrá tiempo de absorberla.
TEMPERATURA AMBIENTE
Es una planta de interior, su rango ideal está entre 15 y 25 ºC. No le sienta bien bajar de 10 ºC ni tampoco el calor excesivo del verano que tenemos por aquí.